Edmundo González “no es el mejor, pero es el único que lograron salvar” en Venezuela, asegura Ramiro Escobar

El último viernes, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) informó la aprobación de la candidatura de Edmundo González, con miras a las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán en Venezuela el 28 de julio. El nombramiento de González Urrutia llega luego de que se impidiera la postulación de María Corina Machado, dirigente elegida como candidata en las primarias, y luego de Corina Yoris, quien fuera designada para sustituir a Machado.

No obstante, aunque el grupo más importante de la oposición venezolana presentó a González Urrutia como su mejor opción luego de los dos impedimentos previos, para el internacionalista Ramiro Escobar no se trataría de la mejor opción, sino de "el único que lograron salvar" antes de que se venza el plazo de inscripciones que el Consejo Nacional Electoral amplió.

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Una oposición unida

—¿Qué esconde el apoyo brindado por Manuel Rosales al nuevo candidato Edmundo González Urrutia?

—Lo que ocurre es que la oposición es variopinta, tiene varias tendencias, hay rencillas al interior, pero ahora parecen haberse dado cuenta que si van divididos, van a perder. La estrategia de Maduro era dividirlos para que vayan separados y pierdan.

Rosales ya había advertido que si se lograba un candidato de unidad, él iba a declinar y eso es lo que ha hecho. Han puesto sus posibilidades en la candidatura de Edmundo González Urrutia, que es un diplomático de 74 años, mas no es de una fibra política muy conocida, es un académico, pero quién sabe, quizá eso es lo que les conviene y lo que probablemente les dé cierta chance para, por lo menos, pelear la presidencia con Nicolás Maduro.

—¿Existe la posibilidad de que más candidatos, como Manuel Rosales, declinen de la carrera presidencial con la finalidad de apoyar la candidatura de Edmundo González Urrutia?

—Hay algunas candidaturas que son de oposición moderada, digamos, esa oposición que le gusta a Maduro, esa oposición blanda, aquella que contemporiza con él. Es posible (que declinen) dependiendo de la estrategia que tenga la Plataforma Unitaria Democrática de convocar y avanzar en el proceso.

Las elecciones son el 28 de julio. A mi juicio, sería inteligente que logren algunas inclinaciones y hagan todos un conglomerado detrás de González Urrutia, quien no es un candidato fuerte —hasta donde se le conoce— en el sentido electoral. No sabemos cómo es su oratoria, su capacidad de estar en la calle y conversar con la gente, pero si lo apoyan líderes de la oposición, como Maria Corina Machado, es posible que logre un efecto similar al que logró el movimiento por el "no" a Pinochet en el plebiscito de 1988.

Yo creo que acá les convendría, a los opositores venezolanos de varias tendencias, ponerse todos detrás de González Urrutia, porque los demás candidatos van a restar. Maduro, por supuesto, va a maniobrar para que esto no ocurra, pero ya es la decisión de ellos si es que quieren tener posibilidades reales de ganar.

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"Es el único que lograron salvar"

—Al igual que María Corina Machado y Corina Yoris, ¿existe la posibilidad de que González Urrutia enfrente trabas en su postulación presidencial por parte de las fuerzas de Gobierno?

—Maduro no está jugando limpio, hace varios meses dijo que "iba a ganar las elecciones por la buena o por las malas". Ese es un mensaje claro y significa que no tiene intenciones de que las elecciones sean transparentes. Eso hay que tener en cuenta cuando uno se enfrenta a él, no estás enfrentándote a un presidente democrático, sino a uno autoritario que controla el Poder Electoral, el Congreso y otros poderes públicos.

Sin embargo, a la vez, —Nicolás Maduro— es un presidente debilitado por tantos años en el poder y es posible que se produzca un golpe o giro en el electorado, que diga: "Ya estamos hartos de este señor, entonces, votaremos por el otro".

González Urrutia no debería hacer una campaña tan dura contra Maduro en el sentido, por ejemplo, si insinúa que va a rebajar programas sociales o cerrarlos, va camino a perder. Haría bien en anunciar que algunos logros del chavismo se van a mantener. Tienen que ser sumamente inteligentes para no caer en ese juego resbaloso en el que se les puede culpar, de manera anticipada, de la ausencia de beneficios que tiene en la actualidad la población.

—¿González Urrutia representa la mejor oportunidad de la oposición para poder vencer en las elecciones presidenciales a Nicolás Maduro?

—El mejor no es, es el único que lograron salvar en último momento. La mejor candidata era María Corina Machado, quizás con un mensaje que de línea dura contra Maduro que le podía jugar en contra, pero sin duda era la candidata más fuerte. Lo que han hecho al final es persuadir a Rosales a que decline en su candidatura y ponerse todos detrás, o casi todos, de González Urrutia, que no es el mejor candidato, pero es el único que tiene a la mano y con el que tienen que jugar el partido.

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Un candidato en silencio

—¿Existe alguna estrategia por parte de la oposición que ha hecho que González Urrutia decidiera no pronunciarse hasta el momento?

—Es curioso que hasta ahora no se pronuncie, tal vez está pensando qué va a decir o quiere crear suspenso, pero es sintomático que no se haya pronunciado, y lo que se conoce de él como político no es mucho. Se le conoce más como diplomático y académico. Es alguien, que creo yo, podría tener un discurso interesante respecto al posicionamiento de Venezuela en el mundo, la cual está bastante aislada.

Es curioso que no se haya pronunciado, hasta ahora no tengo claro por qué, pero probablemente esté elaborando alguna estrategia para ingresar pisando fuerte la cancha electoral.

—Medios como El País han llamado a González Urrutia “el candidato que no quería serlo”, ¿a qué se debe esto? ¿Tiene alguna relación con su pasado como parte del Gobierno de Hugo Chávez?

—Él llegó a ser diplomático en esa época, no se salió de manera abrupta del aparato del Estado cuando llegó Chávez, tampoco es alguien a quien se le haya visto como un furioso militante opositor, pero tal vez en eso consiste su virtud en ese momento: no parecer como alguien de línea gruesa, sino como alguien de consenso y que aglutina la oposición.

Es probable que él —Edmundo González Urrutia— no haya tenido ganas de ser candidato, de pronto quizá no estaba entre sus opciones de vida y política, pero, dada la situación, todo indica que ha tenido que asumir la candidatura y va a tener que actuar en consecuencia.

A veces, estos candidatos son los que terminan ganando una elección, porque tienen menos anticuerpos. El problema con Maria Corina Machado es que presentaba muchos anticuerpos, por una parte, de la población, y el chavismo fácilmente juega con eso.